Quito (De nuestro enviado especial, Chuñi Benite) - A la clasificasión de la Argentina al Mundial de la Unión Sobiética le podé mirar de mil forma, pero vasa tener que ser demasiado hinpócrita o demasiado pelotudo para no reconoser que la consegimo por un solo tipo: Mesi.
Este mismo equipo, con cualquier otro terráqueo en el lugar del Enano de Lus, no llegaba al Mundial ni en balsa. Y por suerte llegó este partido con Ecuador, con todo má desesperado que Sioli a punto de mirar el Ebates, para que asta el último de los gile antemesista se tenga que morfar doblada estas dos verdade: que el petiso es el más grande de todo los tiempo y que toda nuestra sesperansa fulbolera tienen sus vida atada a los cordone de sus botine.
La pesadilla
En Quito la sora prebia al partido jueron una agonía insoportable. La sola idea de quedar ajuera del Mundial no paralisaba satodo lo sargentino que llegamo asta esta ciudá de gente cálida pero de altura atormentadora: 8.229 kilómetro sobre el nibel del mar, una caraterística que ase que uno acá se aguante los pedo para no quedarce sin aire.
Llegamo por eso al estadio arrastrándono, fundido porque minuto ante avía tenido gana de mear y cómo será la falta de ocsígeno que el solo hecho de tener que sostenerme la pindonga para ejecutar la micsión me dejó agotado como si hubiera remolcado a pulso un tractor veinte kilómetro con sus rueda desinflada.
En las tribuna los demá sargentino padesían la misma desesperante fatiga por falta de aire, al punto que cantamo el clásico "olele, olala, Chile se la morfa Argentina se la da" sin entonar ni una sílaba, sino mediante lenguaje de seña.
Cuando ya unos setesiento argentino -del total de mil masomeno que llegamo asta aquí- estaban desbanesido sobre las grada lenta, las jeta de color asulado por la asficsia inminente, dentraron lo sequipo al campo de juego. Semimuerto, acompañamo la sestrofa del Icno Nacional Argentino tipeando por guasác la letra en un grupo que formamo todo lo que estábamo ay.
Y empesó el partido como si Diosito se hubiese olbidado de nosotro. O pior, como si le hubiéramo colmado su pasiensia con toda nuestras pelotudese que isieron y asen que téngamo un país tan bendesido y víbamo como si juese una isla desierta llena de cocodrilo y sin vino en cajita.
Porque al minuto de puesta a rodar la bocha los grone armaron una pared entre Rosario Ybarra y Ordóñe que la morocha definió bien, como si juese un vago, crusándole el palo a Romero, que quiso achicar pero le quedó grande.
Era el infierno. Estábamo tan ajuera del Mundial de Fulbo que nos quedaba más cerca dentrar a la NBA. Con el resto de ocsígeno que teníamo, todo empesamo a golpiar lebemente los dedo sobre el cemento de la tribuna, para desir, en códijo Morse, "vamo Argentina vamo, no te rinda que acá estamo, sacá de tu sadentro la energía, no no rindamo mientra haiga algo de vida, algo de vida".
La resurresión
Pero en la cancha estaba el más grande de todo los tiempo y de toda las galacsia. Y de la nada, sin que hubiera un mísero motibo más para creer que podíamo torser la historia, llegó el empate de la mano y los botine del Lio.
A los 12 minuto, El Enano de Lus resibe la pelo volcado en ataque sobre la derecha, le enchufa el pase a Demaría para que dentre picando a la área ecuatoriense, y el Fideo ase por fin lo que se ase en todo los equipo del mundo donde ay uno que es el mejor de todo: se la debolbió a Mesi como para que encuentre la bocha de frente y a la carrera. El petiso, en ves de rebentarla, la puso rasante para sortiar la buena salida del arquero dello, que se avia estirado cubriendo casi todo los tiro posible. Golaso. La ilusión resusitaba.
Pero no se podía confiar en el empate. Los demá partido mostraban a esa altura resultado peligroso que podían volberse más choto para nosotro en cualquier momento. Y entonse el Van Goc del fulbo sacó los pincele de nuebo. Mesi que arranca en tres cuarto de cancha (o cinco octabo, capasmente), la toca a Demaría y éste que con un orejaso presiso se la entrega al Dies. Queda un poco larga, pero Aimar, el defensa ecuatoriense, no la defiende bien y Mesi se la roba como si juera ministro y al pisar el área la rebienta en el ángulo a 726 kilómetro por hora. Asta la buseca. Era el 1-2 y la clasificación. Al Mundial con Mesi pagando todo los pasaje.
La fiesta sin fin
En el segundo tiempo Ecuador sigió buscando el empate y sufriendo la amenasa nuclear que es tener al Leonel en el equipo contrario. Argentina sintió la presión y la falta de aire, y lo locale aprobecharon para acercarse al arco de Romero, sobre todo por vía aérea vamoecí, que es más cara que la vía ferrobiaria pero más direta también.
En la Selesión se destacaba la solbencia de Enso Péres, que iso olbidar al lesionado Gago. En realidá, a Gago cualquiera le olbida asta remplasándolo por uno de esos muñeco que ponen algunos negosio en las vereda y que lebantan los braso al ser inflado con aire. Pero ademá de eso, el Enso jugó un partido de la san cajeta. La diferensia que siempre vaber entre un jugador de La Máquina de Dios y otro de Boca Jurnio.
Y llegó otra marabilla mesiánica. Bocha para El Angel de la Vida, que la abaja de pecho a 35 metro del arco, frente a tres contrario. Benedeto (de gran actuasión, porque grasia a Dios no la tocó en casi toda la noche) que distrae un poco la marca abriéndose asia la derecha y el marsiano genial que encara por la isquierda con ese pique corto que es más velos que pedo líquido. Para cuando el arquero quiso salir a ebitar el desastre y los marcadore se dieron encuenta de la que se venía ya era tarde: Van Goc pinta en la noche una parábola celestial que supera al uno dello y baja como un pájaro de pan y miel para anidar adentro del arco.
Una obra de arte inolbidable, y clasificasión cocinada.
De ay asta el final, sólo la espera del pitaso final, que llegó y no sencontró disiéndole grasia al más grande, al que mucho no quieren querer porque no es lo suficientemente miserable ni enfermo ni agrandado ni incoerente ni forro ni taranbana como para que le idolátremo.
Ah, y porque nunca nos consigió una Copa del Mundo. Como si no fuera al rebés. Como si no juera que nosotro, con nuestra genial manera de arruinar las mejore oportunidade, se la estamo debiendo a él. Ojalá el año que viene se la puédamo pagar de una buena ves.
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Comentarios
Чуньи в россии
A: El literato pregunta si también le podés indicar cómo se dice en ruso "aguantame hasta la semana que viene y te pago".
PD: Supongo que el Holding le va a arreglar el Duna al Maestro para que viaje hasta Moscú via Siberia, ¿verdad?
A: Si conseguimos un canje publicitario para el cambio de aceite y filtros, sin duda que sí.
No puede faltar tu prosa en ruso.
Una delicia hacer visto anoche los goles del enano de luz y ahora, al leer esta nota del único y gran defensor de Messi, Don Chuñi, es como revivir esos momentos.
Gracias por tu relato, nomáteigo!
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